¿Quién quiere una Sharon?

Vuelvo a echarme Seven Ages of Rock luego de incansables repeticiones por Vh1. Hoy tocó el cuarto capítulo de la serie: "Never say die. Heavy Metal". Desde Black Sabbath, pasando por Deep Purple, Judas, Iron Maiden y por el glam que unificó a los amantes del hair spray y a quienes gastaban grandes fortunas en estoperoles para sus sencillas chamarritas, hasta la implosión de Metallica para sobrevivir a la fase noventera; mientras tanto, un personaje clave surgía de sus cenizas con gran expectativa: el buen Ozzy. Y la historia es bien sabida. Aunque un detalle siempre sobresalió para mi curiosidad.
La presencia femenina es incuestionable en cualquier trama de éxito. Si bien el resultado del talento en el show business trae sus consecuencias (lesiones cerebrales y un reality show un tanto degradante pero divertido), hubo momentos de gloria para el vocalista, ¿no?
Sharon Rachel Arden, hija del acertado representante de Black Sabbath, Don Arden, decidió forjarse una carrera fuera del abrigo paterno y le echó el ojo al británico aspirahormigas que, como todos saben, fue lanzado como chancla vieja por sus ingratos compas. Era su oportunidad. Y de ahi pa'l real. Y después del trágico avionazo del prometedor Randy Rhoads (también descubierto por la Sharon), impulsó una vez más a Ozzy que padecía otra gran depresión. Lo demás es historia, una muy lucrativa historia.
Me laten los relatos de mujeres aguerridas que potencian a sus hombres, mientras se posicionan en la fila Forbes... Con todo y sus ridículos desmanes con la prensa y que hayan engendrado a fallidos cantantes... Ironía.
Update: Indagando datos técnicos, supe que el príncipe tenebroso lanzará disco para este año; dicen que será como una segunda parte de Black Rain, editado en 2007, luego de no hacer ni madres en cinco años. Oiremos.