Del negrito bailarín

Comuner@s (welcome, my dear Mabbie):

Temo decirles que creí imprescindible escribir en este h. espacio musical del rey del pop, llamado así acertadamente por la diva cinematográfica y beoda Liz (pa' los cuates) Taylor.
Pardon me, pero el mundo de la música le debe algo más que buenas rolas populares, primeras planas y segmentos en los diversos medios del shoubisnes.
Sólo debo decirles que no puedo dejar pasar ese recuerdo memorable del 'toque de queda' que el mundo 'sufrió' cuando el video de "Thriller" se estrenó por canal 5 (era pobre y no tenía Cablevisión). A minutos de comenzar, me mandaron, como toda hermana menor, por las chucherías botaneras a la tiendita de la esquina para disfrutar de tan memorable episodio televisivo, sonoro y cultural. Corriendo me lancé ataviada con una chamarrita de plástico dorado con la imagen en la espalda del morenazo cantautor (sí, fui fan) y noté que las calles estaban desiertas como si la mismísima selección mexicana de chet estuviera jugando la final del Mundial.
Y derrapando llegué a la sala y repartí la vianda para sentarme en primera fila y ver a todo color en una bondadosa Philco el rítmico y superproducido cortometraje que costó 800 mil dólares por allá del 83 (algo así como millón y medio por estos tiempos). Asombrados (mis padres cómplices de tan célebre suceso) disfrutamos de los 14 minutos llenos de trama impredecible y coreografías insuperables (ni el Milton Gio), mientras un Michael Jackson moreno y ya respingadito lideraba a los zombies bailarines. Mi hermana era poseedora del álbum más vendido de la historia, que obtuvo como regalo de 15 años.
En verdad, su creación movió la vida de muchos.

¿Mis canciones de cajón? "Human Nature" y qué decir de "Give into Me" con el guitarra Slash; ¿los videos? "Scream", "They Don't Care About Us" (a mi madre y sobrina les encantaba verlo una y otra vez) y "Stranger in Moscow".
Mi pregunta fue, cuando me enteré por la radio, mientras esperaba ansiosa una respuesta de trabajo en el Sanborns de Plaza Insurgentes: ¿Se murió Michael Jackson o él mismo lo inventó? (aunque algunos lamentaron más la pérdida de la Facett, divina efigie de blonda cabellera para los pubertos setenteros).
Dejemos que las múltiples investigaciones y especulantes noticias hagan el trabajo, al tiempo que la reetiquetada hace su labor para las ventas a favor de la disquera y del poderoso Slim.
Muchos compararon la muerte del de Indiana, EU, con la del beatle de anteojos pequeños... No lo creo.
En fin, que este icono mágicocomicomusical ya está en los más profundos sueños, en un planeta lejano para su supervivencia de tanta madre que se quitó y se metió o en plena criogenia para reaparecer cuando el destino nos alcance.
Y como encabezaron los geniales editores del diario El Gráfico: "Ya bailó" el rey del pop.
Ojalá que los infantes querubines no hagan ronda vengadora donde quiera que esté... Qué miedo.
Ah, cómo me late esta canción.